• De acuerdo con los datos micropaleontológicos, los depósitos de esta formación representan ambientes litorales a neríticos. Los foraminíferos bentónicos indican, de preferencia, profundidades de hasta 150 m (Marchant, 2000). La microfauna indica un predominio de períodos con condiciones de aguas subantárticas, interrumpidos por dos eventos más cálidos en el Mioceno Medio y a los 6 Ma (Marchant et al., 2000). Por otra parte, la presencia de depósitos fosfáticos y diatomitas indican un ambiente de surgencia litoral de aguas profundas ricas en nutrientes (Ibaraki, 1992 y Garrison, 1992). Los depósitos de canales reconocidos en Quebrada Blanca y en las fosforitas de Bahía Inglesa se asocian a un ambiente mareal. Las areniscas que se interdigitan con coquinas en la desembocadura del río Copiapó, son interpretadas como de delta proximal con influencia marina. En la playa Chorrillos, a su vez, los canales métricos desarrollados en las arenas basales y rellenos de areniscas finas, fango e intraclastos, pueden representar canales distributarios en un ambiente de delta distal. Le siguen facies plataformales con aporte deltaico y de flujos de detritos de origen local hacia el techo.

• Litología. En Bahía Inglesa, y localidades cercanas, predominan litofacies de coquinas, areniscas, margas y fangolitas, en las últimas de las cuales se incluyen diatomitas, fosforitas y cenizas retrabajadas. En menor proporción afloran conglomerados y brechas. Las coquinas, de espesores cercanos a un metro, generalmente están intercaladas con bancos de arena y guijarros. Son en parte arenosas a conglomerádicas, de color blanco amarillento y están constituidas por fragmentos o ejemplares bien conservados de Ostreas spp., Chlamys spp. y Balanus spp., entre otros. Las areniscas se presentan en bancos métricos masivos o con estratificación plana y cruzada en artesa. Varían en granulometría de finas a gruesas y son de colores grises a pardo verdosas. Presentan restos fósiles de moluscos, con frecuente bioturbación tanto de poliquetos como bivalvos y contenidos variables de foraminíferos. Contienen, además, abundantes restos óseos de cetáceos (Misticetos y Odontocetos), aves, pinipedios (focas y posibles lobos de mar), dientes y vértebras de seláqueos, placas dentarias de rayas, vértebras y escamas de Teleosteos (Long, 1993; Walsh y Hume 2001; Walsh y Naish, 2002). Las fangolitas están constituidas por facies de limolitas amarillo-grisáceas, laminadas, en parte yesíferas y cineríticas; por arcillolitas pardo rojizas y por fangos diatomáceos que en ocasiones tienen una importante componente piroclástica. Los conglomerados, asociados con la erosión local de paleorrelieves, son del tipo clastosoportado, con capas de uno a dos metros de espesor, con clastos líticos polimícticos a monomícticos y composición granítica y/o metamórfica. Estos presentan una moderada madurez textural y una matriz de arena, en parte bioclástica. Los conglomerados de niveles inferiores, reconocidos en el sector de playa Chorrillo y Bahía Inglesa, son de carácter polimíctico con una buena madurez textural. Sus clastos líticos son de procedencia alóctona, constituidos principalmente por andesitas. Las brechas son polimícticas (líticos graníticos e intraclastos), clasto o matriz soportadas, están generalmente asociadas a frentes de deformación y forman capas de uno a dos metros de espesor. Los depósitos, como ocurre en el sector del Morro Copiapó, son gruesos e incluyen bloques de dimensiones decimétricas cuando están próximos a fallas insedimentarias y se observa cómo se adelgazan progresivamente al alejarse del frente de deformación. Las fosforitas se presentan en tres formas principales que, según la clasificación de Garrison (1992), corresponden a fosfatos tipo F, P y D. Forman, en el sector de Bahía Inglesa, tanto depósitos estratiformes constituidos por capas decimétricas como depósitos asociados con sistemas de canales, estos últimos de distribución local (Rojo, 1983). En Quebrada Blanca, afloran 19 metros de diatomita algo cinerítica y rica en espículas de esponjas. Hacia su techo incluyen canales rellenos con brechas de diatomitaLitología. En Bahía Inglesa, y localidades cercanas, predominan litofacies de coquinas, areniscas, margas y fangolitas, en las últimas de las cuales se incluyen diatomitas, fosforitas y cenizas retrabajadas. En menor proporción afloran conglomerados y brechas. Las coquinas, de espesores cercanos a un metro, generalmente están intercaladas con bancos de arena y guijarros. Son en parte arenosas a conglomerádicas, de color blanco amarillento y están constituidas por fragmentos o ejemplares bien conservados de Ostreas spp., Chlamys spp. y Balanus spp., entre otros. Las areniscas se presentan en bancos métricos masivos o con estratificación plana y cruzada en artesa. Varían en granulometría de finas a gruesas y son de colores grises a pardo verdosas. Presentan restos fósiles de moluscos, con frecuente bioturbación tanto de poliquetos como bivalvos y contenidos variables de foraminíferos. Contienen, además, abundantes restos óseos de cetáceos (Misticetos y Odontocetos), aves, pinipedios (focas y posibles lobos de mar), dientes y vértebras de seláqueos, placas dentarias de rayas, vértebras y escamas de Teleosteos (Long, 1993; Walsh y Hume 2001; Walsh y Naish, 2002). Las fangolitas están constituidas por facies de limolitas amarillo-grisáceas, laminadas, en parte yesíferas y cineríticas; por arcillolitas pardo rojizas y por fangos diatomáceos que en ocasiones tienen una importante componente piroclástica. Los conglomerados, asociados con la erosión local de paleorrelieves, son del tipo clastosoportado, con capas de uno a dos metros de espesor, con clastos líticos polimícticos a monomícticos y composición granítica y/o metamórfica. Estos presentan una moderada madurez textural y una matriz de arena, en parte bioclástica. Los conglomerados de niveles inferiores, reconocidos en el sector de playa Chorrillo y Bahía Inglesa, son de carácter polimíctico con una buena madurez textural. Sus clastos líticos son de procedencia alóctona, constituidos principalmente por andesitas. Las brechas son polimícticas (líticos graníticos e intraclastos), clasto o matriz soportadas, están generalmente asociadas a frentes de deformación y forman capas de uno a dos metros de espesor. Los depósitos, como ocurre en el sector del Morro Copiapó, son gruesos e incluyen bloques de dimensiones decimétricas cuando están próximos a fallas insedimentarias y se observa cómo se adelgazan progresivamente al alejarse del frente de deformación. Las fosforitas se presentan en tres formas principales que, según la clasificación de Garrison (1992), corresponden a fosfatos tipo F, P y D. Forman, en el sector de Bahía Inglesa, tanto depósitos estratiformes constituidos por capas decimétricas como depósitos asociados con sistemas de canales, estos últimos de distribución local (Rojo, 1983). En Quebrada Blanca, afloran 19 metros de diatomita algo cinerítica y rica en espículas de esponjas. Hacia su techo incluyen canales rellenos con brechas de diatomita